Todos hemos visto las fotos ya:
El Gran Canal de Venecia es tan tranquilo y claro que en él nadan delfines y cisnes.
El aire en las grandes ciudades como Los Ángeles, Nueva York y Roma está prácticamente libre de smog.
La contaminación en Pekín se ha reducido drásticamente:
Y hay muchos avistamientos de animales que están recuperando sus dominios. En el noreste de Japón, ciervos y monos están explorando las gasolineras y los barrios en busca de comida. El otro día incluso tuvimos un oso en nuestro jardín delantero:
Es sorprendente que, sin la intervención humana, la naturaleza parezca estar demostrándonos su poder: menos coches, barcos y aviones que generan contaminación y smog.
Como marca que se preocupa por el océano y la tierra, esperamos poder aprender de los resultados positivos de la COVID-19 y encontrar una manera de vivir en armonía con la naturaleza en el futuro. Lo que tomamos de la tierra, se lo devolvemos. Es una lección humilde, pero fundamental.
El problema del cambio climático y la contaminación es que han afectado no solo a las cosas que podemos ver (el aire, el follaje, los animales), sino también a lo que no podemos ver. Y eso es aún más preocupante.
¿Sabías que los océanos cubren el 71% de la superficie de la Tierra y contienen el 97% del agua de la Tierra? Sorprendentemente, los océanos contienen el 99 por ciento del espacio vital del planeta. Debido a que la mayor parte de la basura oceánica se hunde en el fondo de las aguas profundas, no podemos verla y probablemente nunca la recuperaremos. La basura crea "zonas muertas" y causa estragos en nuestro ecosistema.
Todos tendremos que trabajar juntos para marcar una diferencia y respetar el poder de la naturaleza. En MASAMI, nos esforzamos todos los días por encontrar nuevas formas de reducir nuestra producción de plástico, reponer de forma proactiva los nutrientes botánicos del océano y apoyar a quienes creen en la conservación del océano. Con este fin, estamos trabajando en colaboración con nuestro estimado socio de diseño, Joe Doucet, para desarrollar una botella de cerámica de gran tamaño y rellenable que ayudará a reducir el uso de plástico. Estamos fabricando una caja de cartón para rellenar con la esperanza de poder influir en el comportamiento del consumidor.
Además, creamos el INSTITUTO MASAMI para ayudar a restablecer el equilibrio del ecosistema oceánico y apoyar a la población local de la región noreste de Japón, donde el tsunami de 2011 devastó la zona. Nuestro equipo trabaja con los pescadores locales y los grupos de conservación de la costa para investigar, controlar y documentar el crecimiento de cada temporada de Mekabu, el ingrediente principal de nuestros productos. Nuestro objetivo es, en última instancia, preservar y restaurar el frágil ecosistema oceánico y educar al mundo sobre la importancia de mantener el equilibrio en nuestro mundo.
Aunque todavía queda un largo camino por recorrer, esperemos que este llamado de atención genere un movimiento para devolver a la naturaleza la maravilla que es.
